Comic, tebeo, banda diseñada, historieta…

El pasado domingo el diario AS comenzó la publicación de una serie de tomos que recopilan historias de los “Clásicos del Comic”, la colección en si, habiendo leído el primer tomo parece bastante bien preparada, tomando como ejemplo el número publicado, Batman, el tomo recorre la historia del personaje desde sus inicios, allá por el año 39, hasta la época actual, mostrando su evolución tanto artística como conceptualmente. Es de esperar que el resto de los tomos sigan la misma línea con lo que puede quedar una obra bastante interesante. El problema que tiene esta colección es que los personajes que va a recoger son bastante dispares y para públicos que poco o nada tiene porqué tener en común, y es que entre el Pato Donald y los X-Men hay un mundo. La colección la lleva acabo la editorial Panini, que el año que viene será la encargada de publicar Marvel en España, y se basa en otra colección publicada en Italia en el periódico La Repubblica, aunque hay que decir que en aquel país la colección era bastante más amplia y con cosas muy interesantes que aquí no se por qué no verán la luz.
De todas formas hay que aplaudir iniciativas como éstas que en el fondo acercan el comic al gran público, o como los tomos que publicó en su día el periódico El Mundo.
Y es que hoy por hoy, a pesar de los intentos de editoriales como Planeta DeAgostini por recuperar el quiosco, o las incontables películas que están llegando a las carteleras basadas en comics de todos los estilos, o estas colecciones de venta conjunta con periódicos, el comic, tebeo, BD, historieta, llamalo X, en España sigue teniendo una imagen equivocada de cara al público. Para la gran mayoría es un producto para público infantil y/o “juvenil”, da igual el contenido del comic, siempre tendrá esa asociación. Y es que el error está en confundir el tebeo con literatura infantil en vez de reconocerlo como una rama más de las letras al igual que lo es la poesía, la novela, la biografía o el ensayo.
El comic tiene productos para todas las edades, no me pongan a un chaval de siete años a leer a Art Spiegelman o a Alan Moore, al igual que alguien de treinta sería incapaz de tragarse un Don Mikey. Esto sucede del mismo modo que con el resto de la literatura, al fin y al cabo Joyce no es para alumnos de primaria ni veo un cuarentón leyendo la línea azul de Barco de Papel. No confundamos términos, leamos de todo, jamás llegaremos a imaginar las historias tan buenas que podemos estar perdiéndonos por el simple hecho de adoptar una idea equivocada y caduca como nuestra, y no pararnos a comprobar si ésta es cierta.

¡Leed más comics, coñe!


QUEDAN 3 DÍAS PARA QUE "ALGUIEN" PIERDA UNA APUESTA.