De paseo.

¿Conocéis esa frase que dice: “que no se entere tu mano derecha de lo que hace la izquierda” o algo así? No, no me voy a poner religioso, ¡ni de coña hombre! Es simplemente que siempre se me viene a la cabeza esta frase cuando tengo algo que hacer con la Administración Pública, vaya, que en realidad no pretendo meterme con nadie, pero es que funciona más o menos como indica dicha frase. Eso sí, esta vez por algún milagro desconocido ha sido en beneficio mío. Lo que en principio iba a ser una mañana de papeleo y paseos de un lado a otro se ha resumido en un sorprendente “esto te lo hago aquí todo y ya está”, situación en la que no sabía si desmayarme de la emoción o saltarme el mostrador y plantarle dos besos a la funcionaria, al final ninguna de las dos opciones me merecía la pena.
Total que me ha sobrado toda la mañana, situación que he aprovechado para dar un laaargo paseo desde allí hasta mi casa, es decir prácticamente toda la calle Alcalá para arriba, que el día lo permitía al no hacer ni frío, ni calor. Siempre me resulta agradable pasear, aunque realmente no sepa hacerlo, ya que ando como si me estuvieran persiguiendo, pero vaya que se disfruta. Eso si no os podéis imaginar la cantidad de camiones de policía, coches de policía, motos de policía, policías a pie, que se hay en la calle, impresionante.
En definitiva que el cabreo del viernes ya se fue, aunque la pifia no se pueda arreglar, vaya que todo se retrasa. De todas formas la alegría de hoy me ha dejado más calmadito, ¡fiuuu!