lunes, diciembre 18

Huecos.

Debería escribir un artículo distinto, tanto en longitud, ya que llevaba un buen ritmo de ladrillos (más o menos interesantes) últimamente. Como en tema, ya que he leído un montón de comics y libros dignos de mención, he visitado todavía más rincones de Francia, he visto unas cuantas películas para comentar y todo ese tipo de cosas de las que suelo hablar por aquí.

Pero en cambio os tendréis que conformar con estas líneas de hoy. Tanto con el tema, ya que es lo que hay y me siento con pocas ganas de ponerme a comentar otra cosa. Como con la longitud, ya que pese a que me dicen que me expreso más y mejor con mis letras que con mis palabras no se como explicar esto en más profundidad.

A lo que voy, esta noche descubrí algo, me di cuenta de que mi cama era enorme, que era capaz de estirar brazos y piernas completamente sin salirme de ella, que podía dar un par de vueltas de lado a lado del colchón. Y ¿sabéis que? No me gustó nada en absoluto. De golpe sentí frío, sentí un vacío en el costado derecho, sentí mi brazo completamente hasta la mano y me extrañó el no tenerlo dormido, sentí el hombre relajado sin pinchazos ni dolores. Pese a todo seguía sin gustarme nada en absoluto. Finalmente volví a dormirme, con esa gotilla impertinente que se queda, sin atreverse a caer, en el pliegue del ojo. Abrazado a un hueco y arrepentido de no haber dicho nada más que lo hubiera mantenido lleno.

Esta noche me pasará igual.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Dónde van las palabras que no se dicen?. Es la gran pregunta. No tengo la respuesta pero en cualquier caso, a ningún sitio que les corresponda. Nos callamos por orgullo?, por miedo a que no sea del todo verdad lo que se nos pasa por la cabeza?, porque la otra persona no nos diría lo mismo?.., es obvio que no lo haría, nadie es dos en uno sino uno más uno, y eso, ya es mucho.
Quédate con lo bueno, ese hueco ha estado tan lleno tanto tiempo que no puede haberse vaciado tan pronto; saborea, cierra los ojos y duerme con cara de tonto…
Todo está sobre la cabeza de Jorge, sea la hora que sea.
Prueba esta noche, igual no te pasa igual.
Muak.

Anónimo dijo...

Quizás estás soñando entre tus sueños,
quizás estás soñando que me tocas,
que me tienes a tu lado como siempre,
que me sientes respirar junto a tu boca.

Quizás estoy soñando que me sueñas,
quizás estoy soñando que me añoras,
que te tengo cogida por el alma,
que te siento vivir hora tras hora.

Quizás en el medio de la noche,
te despiertes y veas que estás sola.
Sentirás un temblor en los sentidos,
sentirás que la noche sólo es sombra.

Quizás en el medio de mi sueño,
me despierte el sonido de la aurora.
Sentiré un temor en la penumbra,
sentiré que tu ausencia me trastorna.

Seguro que mañana no recuerdas,
la soledad, ni el sueño, ni la sombra.
Seguro que mañana yo recuerdo,
que el recuerdo de tu alma, me enamora.

álvaro ortiz dijo...

yo también descubrí que ahora la cama se me quedaba grande

luego le busque una utilidad a tanto espacio desaprovechado y llene el lateral de la cama de libros y tebeos que cuando duermo, como apenas me muevo, ni toco

así estoy mas acompañado

feliz año a ti también jorge!
este año ni he mandado felicitación, ni nada...

que vaya todo bien!!!