domingo, diciembre 4

¿Ahora si?

Bueno las cosas parecían más fáciles de lo que terminaron siendo. Agosto acabó y con él mi estancia en el zulo. Con septiembre inauguramos el Aubergue Espagnol y en él estamos desde entonces, todavía vivos y sin tirarnos muchos trastos a la cabeza. Con lo que hemos tenido más problemas ha sido con el internet, hemos necesitado nada más y nada menos que casi tres meses para conseguir que nos dieran de alta el servicio y es que cuando no era por Wanadoo era por la France Telecom y nosotros sin poder navegar. Ahora ya tenemos, con router wireless y tirando a unos ocho megas pero a día de hoy soy incapaz de conseguir que mi portátil se conecte a la red, en fin que me sigo pegando con ello.

Redes a parte, la vida en Francia toma posición cómoda, empiezo a entrar en una rutina en la que muchos días ni te das cuenta de donde estás y todo sucede con una normalidad impresionante. Aún no soy bilingüe, ni lo seré nunca vaya, pero normalmente me defiendo en el día a día.
A nivel laboral las cosas no están nada mal, realmente me gusta lo que hago y creo que eso es lo importante. El problema en Francia comienza cuando sales del trabajo, para que os hagáis una idea, trabajo de ocho y media de la mañana a cinco de la tarde con una parada de doce a una y media para comer, pero actualmente a las cinco de la tarde empieza a anochecer, es decir que llegas a casa y prácticamente ya es de noche y no solo eso si no que la temperatura es ligeramente positiva, quiero decir, que como mucho llegamos a los cinco grados. Todo esto se resume en que la vida fuera del trabajo es prácticamente nula, de todas formas a partir de las siete de la tarde el pueblo está vacío y no encuentras a nadie por la calle con lo que mucha vida no es que haya.
Pese a todo los fines de semana hay algo de movimiento, tenemos dos barecillos en el pueblo que cierran tarde, tened siempre en cuenta que por tarde aquí se entiende las dos de la madrugada, y a veces hay animación o música en directo y está bien. De todas formas el lugar más animado de todo Cosne es nuestra casa, y si no que se lo digan a nuestros vecinos que ya nos han mandado hasta un anónimo amenazante a causa del ruido, en fin era de esperar.
De todas formas lo estoy disfrutando, todo, y espero seguir haciéndolo. Si esto sigue así espero iros contando más cosas al respecto, así como espero también retomar un ritmo de publicación en el blog más parecido a lo que era esto en un principio, sí, ya se que lo digo cada vez que escribo algo y luego nada, pero es que las cosas no son fáciles. Pero que aquí sigo.

En breve más noticias. Por cierto, bienvenidos todos de vuelta.

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