Hace unos doce o trece años cayó en mis manos un librito biográfico sobre Alejandro Magno, escrito por Juan Palau Vera y editado por Seix Barral allá por el año 1952. El libro sin más contaba todo lo que se había podido saber del Macedonio según textos de Plutarco, Arriano y Quinto Curtio entre otros.
Hace unos seis años el italiano Valerio Massimo Manfredi publico una trilogía de libros que recogía de nuevo la vida de Alejandro pero en una versión más novelada aunque siempre fiel a la historia.
Anoche fui al cine para ver la recién estrenada Alexander de Oliver Stone con Colin Farrell vistiendo la piel del conquistador. La película en si es buena, es decir, entretiene y cuenta una historia, pero no muestra ni una décima parte de lo que supuso y lo que fue Alejandro Magno.
Me explico, constando de un metraje de unas tres horas el director salta de un recién entronado Alejandro a la batalla de Gaugamela que le valió la victoria sobre el pueblo Persa, para continuar desde ahí el film contando más el ocaso del héroe que su creación. Para mí lo que explica quién es Alejandro y cómo llegó a serlo sucede en ese periodo intermedio del que nada se nos cuenta. El director nos obliga a creer que un joven de menos de treinta años es capaz de conquistar todo el mundo conocido, y no se molesta en contarnos como esa persona puede llegar a tener la mentalidad necesaria para ello.
No nos cuenta, o lo hace con comentarios al aire de Ptolomeo, lo que tuvo que batallar y pelear en su Grecia natal para que todos los pueblos que la formaban le reconocieran como soberano. No nos cuenta su paso por Troya en honor a su héroe Aquiles. No nos cuenta el acoso implacable al que somete al rey Darío de los Persas. No nos cuenta su paso por Halicarnaso donde se enfrentará Mennon de Rodas por la conquista de la ciudad y de su mujer, que ni es mencionada en el film pese a su importancia histórica. No nos cuenta la batalla de las Puertas Ammaníes ni de Issos. No nos cuenta su descenso a Egipto pasando por Biblos, Tiro y Sidón, ni su estancia en dicho país donde funda su primera Alejandría y donde acude al oráculo de Amón en Siwa donde es reconocido como hijo del dios. Y sobre todo no nos cuenta nada de su estancia en Gordio y sobre el Nudo Gordiano y es éste para mí el mayor fallo de la película.
El Nudo Gordiano según un antiguo oráculo era la perfección absoluta, la armonía, y aquel que lo desatara dominaría Asia y el mundo entero. El Nudo en sí sujetaba el yugo del carro del rey Midas y nadie pudo jamás desatarlo, hasta que llegó Alejandro y lo hizo, y es el modo de desatar el nudo lo que explica el carácter y la determinación de Alejandro en conquistar Asia, ya que tras intentar encontrar un cabo de donde tirar, un resquicio del nudo o cualquier fallo se vio incapaz de ello y fue a golpe de espada como separó yugo de carro.
Todos estos datos ausentes en el film a mi modo de ver hubieran explicado mejor el carácter del Macedonio, soy consciente de que es imposible explicar tantas cosas en tan solo tres horas pero quizás si no se hubieran centrado tanto en la relación amor-odio que mantenía con su madre o el triángulo, o cualquier polígono mayor, entre Alejandro, Hefestión y Roxana, habría quedado tiempo para desarrollar más el carácter del héroe.
Pese a todo la película se deja ver, si gustan las superproducciones de aventuras y épicas. Además tiene una banda sonora espectacular que firma Vangelis. El reparto trabaja bastante bien, Colin Farrell y Anthony Hopkins no lo hacen nada mal, Angelina Jolie está espectacular y muy metida en el papel, y Rosario Dawson, bueno, la Dawson tiene un cuerpazo. También hay que destacar a Val Kilmer como Philipo II y a Christopher Plummer como Aristóteles.
De todas formas para aprender realmente quien fue Alejandro recomiendo leer alguno de los libros que he mencionado más arriba. O quien sabe, lo mismo la película de Baz Luhrmann con Leonardo DiCaprio y Nicole Kidman, que no tardará en ser estrenada, nos cuenta la historia un poco mejor. Aunque yo entre Nicole y Angelina…
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